La respuesta es sencilla: La fase de retención, en la que deberemos cuidar que los dientes no vuelvan a su posición original revirtiendo así el tratamiento.
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Para ello se usan los retenedores: Elementos que ayudan a mantener los dientes en su posición correcta tras la fase activa de la ortodoncia.
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Existen dos tipos: Los fijos que irán cementados a la parte interior del diente de forma que resulten invisibles, y los removibles que consisten en una férula transparente que se puede quitar y poner y que habitualmente se utiliza día y noche.
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La elección de cada tipo dependerá del caso y del criterio del ortodoncista, siendo necesario seguir sus indicaciones al pie de la letra para asegurar que los dientes mantengan en su posición a lo largo del tiempo.
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De no seguirlas los dientes podrían regresar a su posición original, en cuyo caso la única vía de actuación sería un nuevo tratamiento de ortodoncia.
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¿Cómo fue tu fase de retención tras tu tratamiento de ortodoncia? ¿Has conseguido mantener tus dientes alineados a lo largo del tiempo?
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Cuéntanos tu experiencia en los comentarios ¡Te leemos!
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