Y es que mantenernos hidratados es lo que propicia el correcto funcionamiento de la salivación, factor indispensable para mantener nuestra boca sana.
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La saliva contiene sustancias antisépticas que se encargan de mantener a raya la proliferación de bacterias y elementos infecciosos, por lo que la falta de ésta favorecerá el desarrollo de estos patógenos y acelerará cualquier problema que ya tengamos en nuestros dientes y encías.
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Además, por este motivo, la deshidratación es uno de los principales factores del mal aliento, por lo que si buscas evitar todos estos problemas siempre será recomendable que cuides tu ingesta de agua.
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¿Cuáles son tus trucos para facilitar llegar a la cantidad diaria de agua recomendada?
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Respóndenos en la sección de comentarios ¡Te leemos!
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